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“La memoria del agua” de Teresa Viejo.

VIEJO, Teresa: “La memoria del agua”. Ediciones Martínez Roca, S.A., 2009. Novela histórica -realidad y ficción-. 508 páginas.

La autora relata la existencia de un protagonista inerte, como es el Balneario de La Isabela, desde su construcción en el siglo XIX hasta el final de sus días -marzo 1955-, cuando el balneario desapareció bajo las aguas del pantano de Buendía –en 1941 se aprobó su construcción-.

La Isabela conoció días de esplendor, fiestas, bailes, lujo. Fue lugar de recreo favorito para la alta burguesía española y europea, alternando el descanso con baños terapéuticos en sus aguas termales hasta que un bañista apareció muerto.

Con el paso del tiempo se reconvirtió en psiquiátrico, y todas las vivencia y secretos inconfesables quedaron sumergidos bajo las aguas del pantano de Buendía.

La novela de Teresa Viejo arranca en marzo de 1937, en plena Guerra Civil Española, en las cercanías de Sacedón -Guadalajara-. Un prófugo requeté huye del frente de Guadalajara, trata de ocultarse en La Isabela, escenario de infinitas historias.

La autora entreteje el pasado con el presente -Madrid, 1988-. Ambos protagonistas en tiempos distintos se llaman igual, Álvaro.

Álvaro de Llano tras la muerte de su madre, 1988, encuentra dos documentos: una foto y una carta de su padre. Este hallazgo le hará iniciar una búsqueda que le lleva hasta La Isabela, a sus secretos, algunos de ellos dolorosos, a sus aguas, a su memoria. Recibirá la ayuda de una anciana, imprescindible para la recopilación de fechas y hechos.

Una historia rotunda, documentada, llena de fuerza que no deja indiferente a nadie.

“El jurado número 10” de Reyes Calderón.

CALDERÓN, Reyes: “El jurado número 10”. Premio Abogados de Novela 2013. Ediciones Martínez Roca, sello editorial de Ediciones Planeta, S.A., 2013. Novela de intriga, 511 páginas.

Reyes Calderón nos narra la historia a través del triángulo formado por sus personajes principales: Efrén, abogado, joven entrado en carnes que se plantea un gran reto a comienzo de la historia; Salomé, secretaria incondicional del anterior, que cambia de novio con mucha facilidad; Paco, expolicía borrachín que se metió a detective.

Con ellos va desliando una madeja enredada donde han quedado atrapadas sus tranquilas vidas, sin buscarlo, ni quererlo. Su futuro próximo pende de un hilo, y no está tanto en sus manos, como en las del juez y el jurado popular.

En este embrollo se encuentra la corrupción de algún policía -Rafael Torino, alias el Lupo-, el abogado defensor -llamado “Fulano” por Efrén y compañía- y de algún miembro del jurado popular; a sí como, las drogas de diseño, un comercio muy peligroso pero rentable que aumenta de forma imparable; el blanqueo de dinero fácil, y por supuesto, ilegal y rentable; y la mafia china -Qui Liu-.

Efrén Porcina, abogado de provincia, está despuntando en su profesión en “Romaní y asociados” -su bufete-. Un personaje afable y bonachón que pone su vida en peligro por ayudar a su excéntrica secretaria y amiga incondicional, Salomé, una mujer que no termina de encontrarse a sí misma, con la autoestima en el subsuelo, que cambia de novio como de ropa interior, a la cual engañan constantemente.

Efrén , por el contrario, cuanto más se complica la situación, mayor compromiso adquiere, no sólo con respecto a los hechos, va más allá, hace frente a un reto personal, perder parte de sus ciento treinta y ocho kilos.

Este joven abogado pedirá ayuda a un amigo, Paco, expolicía borrachín metido a detective privado. Unidos desde el principio por más complicada y peligrosa que se presente la situación.

Otro personaje a destacar es Doña Emilia, vecina de Efrén, una señora anciana que está más presente en la historia de lo que parece. Ocupando su lugar en el patio de la finca, sentada en su silla de espadaña y siempre con una labor entre las manos. Se verá implicada en los acontecimientos y será pieza clave en los mismos.

¿Qué pasará con el misterioso jurado número 10?

¿El mecanismo judicial llegará a saber toda la verdad e impartirá justicia?

Dos preguntas a resolver tras la lectura de la novela.

“La lista de los nombres olvidados” de Kristin Harmel.

HARMEL, Kristin: “La lista de los nombres olvidados”. Ediciones Martínez Roca, 2013. Narrativa Histórica, 409 páginas.

La autora nos narra una bella historia de amor truncada por la Segunda Guerra Mundial, 1939-45.

La novela tiene una estructura muy original, introduce cada capítulo con los ingredientes y el modo de hacer repostería, porque es este oficio el legado familiar. Y va a ser la repostería, en situaciones importantes de la vida de los personajes, el hilo conductor que dará pistas para hallar acontecimientos olvidados pertenecientes a la historia ignorada.

Como dice Kristin Harmel, en boca de su protagonista: “Para hacer dulces, hay que ser bueno y amable, porque siempre se pone el corazón”.

Los personajes conforman cuatro generaciones (abuela, hija, nieta y bisnieta), cada una de ellas cumple un papel fundamental en la narración, se trata de un puzzle donde ninguna pieza sobra, y al final todo ajusta a la perfección.

El origen y parte de la vida de la abuela Rose, es desconocido por sus descendientes.

Se trata de una narración muy emotiva que nos enseña que en la vida siempre hay que mirar hacia delante, únicamente miraremos atrás para coger impulso y continuar. Podemos cambiar el futuro, no el pasado.

Kristin Karmel nos relata una parte de la historia contemporánea, la II Guerra Mundial. Habla del antisemitismo, el Holocausto, la Shoah. Nos habla del horror, de la crueldad y sin razón que vivieron los judíos.

Os transcribo un párrafo que ha llamado mucho mi atención: “Muchos de los supervivientes de la Shoah se casaron y trataron de tener hijos enseguida, incluso los desnutridos y sin dinero, para crear vida donde todo era muerte. Para volver a formar parte de una familia después de haber perdido a sus seres queridos”.

¡Qué esperanza!, ¡qué capacidad de levantarse!, de mirar hacia delante, de recuperar lo perdido -la familia-.

Otra frase que quiero resaltar: “Siempre necesitamos que nos quieran”. A los judíos y más seres humanos, no se les quiso entonces, pero lamentablemente, hoy, tampoco se quiere a los refugiados. Seres humanos que huyen de situaciones dramáticas. ¿Qué estamos haciendo el resto de los países por evitar el sufrimiento, enfermedad y muerte de los refugiados?… Mirar para otro lado, el deporte internacional. Yo no veo excesivas diferencias con los nazis… ¿y vosotros?.